martes, 18 de diciembre de 2007

Flash Back


Caminando por calles de antaño. Una infancia que duró lo que duró, crecimiento y experiencia que hace vibrar un cuerpo desgastado con el paso de los años, una mente sin recuerdos, es como un mar sin espuma.

Pasillos y puertas que deslumbran y demuestran el misterio de lo que antes ahí se encontró, vivencias que a diario transformaron y dejaron de ser una rutina, para convertirse así en un estilo de vida, algo que peculiarmente y sin más se guarda hasta recorrerlas nuevamente, inesperadamente; fue lo que hicieron de esa niña una mujer.

Pasas y te das cuenta de que ahora esos seres pequeños están sentados al igual que tú, hace años, en un banquillo de esa pequeña sala, la misma profesora, los mismo auxiliares, la misma pintura, las mismas cortinas. El desierto, sinónimo de travesuras, gritos y alegrías. Nada faltó, nada sobró.

Los aplausos, un adorno de lo que fuiste en tiempos de claustro. Conocer el mundo era una tarea difícil, aplacar las fronteras imposible. Incertidumbre y tiempo, sólo bastó el tiempo y la dedicación para que la flor creciera y se convirtiera en lo que es hoy.

Asesina o no, creció, con espinas o no, se defendió.

A veces creemos que somos tan poca cosa al lado de otros, pero ¡Hey! ¿Acaso ese que es más "guay" que tú, podría sobrevivir a los hechos que hicieron de ti, lo que ahora eres?


Sueño y todo a la mierda, sólo queda ser felíz.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Aberraciones Incontrolables


Difícil enmendar errores, sin embargo, todos hemos cometido alguno que otro.

Muchas veces sin pensar, no nos damos cuenta de que dañamos a la gente que más queremos, lo peor de todo, es que no lo haces hasta que te lo dicen.

A veces pierdes estos lazos o las relaciones se distienden, otras, sólo logran afiatarse más, lo que hace que aprendamos a tener más cuidado con lo que hacemos y/o decimos.

Me ha sucedido y creeme que es lo peor que puedes sentir, el sólo hecho de meditar y darte cuenta de que dañaste o heriste a una de las personas que más quieres es devastador. Primero porque defraudaste una confianza, una ilusión, algo que posiblemente te tenía en la cima de las exspectativas de alguien por relacionarse de una manera diferente, cosa que por lo demás, no cambia por el hecho de haber fallado. Segundo, porque nunca creíste, que esa acción causara consecuencias tan grandes en tu vida, en la cosmovisión del ser dañado, es como cambiar la dirección de un barco, a lo largo del camino vez que eso te llevó a un destino completamente diferente, para ambos.

Es tan complicado, porque existen necesidades, un vacío enorme que no hace más que recordarte, lo imbécil que fuiste, lo que perdiste.

No quiero volver a sentir ese vacío.

Esa fue la vez que más lloré en la vida.

Te cuestionas tantas cosas ¿Por qué te ocurre a ti, si se supone que eres no eres una mala persona? Terminas creyendo en el destino, que no mereces que gente buena esté a tu lado, que siempre existen oportunidades para equivocarse, para arreglarlas, empeorarlas o simplemente dejarlas ahí. Entre otras, que por culpa del alcohol, no recuerdo.