miércoles, 17 de noviembre de 2010

UAC-hala Parte I


Hoy debo escribir esto porque es una obligación, un compromiso que firmé con la Escuela de Periodismo UACh, por el hecho de haber asistido a la Gira de Estudios 2010. Esto es una crónica, se supone, se supone que además esto servirá para que alguien me diga, "ajá, usted aprendió a escribir y desarrollar las habilidades comunicativas", se supone que alguien más aparte de mi persona, leerá esto y emitirá un juicio, se supone que hay un límite de extensión y que no debo equivocarme. ¿Pero saben qué? No me interesa. Por primera vez en la vida universitaria emitiré un juicio crítico sobre la escuela y lo plasmaré en este apartado.
Desde chica me gustó escribir, sólo por sacarme los pensamientos y como dice el libro de Ana Frank y lo repito, el papel puede aguantar más. Cuando tenía 12 años, cree una revista escolar en una escuela pobre de Valdivia, que a todo esto cerrarán por su baja calidad educativa (alguna vez hice un reportaje de eso para VH). Ese fue mi primer acercamiento al periodismo, no me gustó, pero siempre me fue bien en lenguaje y nunca fui amiga de los números. A la hora de elegir una carrera, periodismo nunca fue mi prioridad, de hecho un ex amigo me postuló e hizo los trámites por mí, a petición de mi madre, empecinada en que estudie en una universidad tradicional y pensando en que esto era lo mío, qué fatal.
Al llegar, pasé por varios estados, felicidad, incertidumbre, muchas dudas sobre seguir o no, pero me quedé, por las amistades los primeros 2 años, por falta de plata y una vez estando en tercero, porque consideraba que había obtenido ciertos logros con la designación de ayudantías y la confianza depositada en mí, por parte de profesores.
Ya cursando todos los ramos, se venía 4° y con eso, ya estaba al otro lado, para qué cuestionarme el hecho de seguir o no, quedando tan poco camino por recorrer... si embargo aquí me ven... dudando otra vez.
Jajaja... dejaré esta entrada hasta aquí, me dio pena y paja seguir escribiendo.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Felíz Valpoeta :)


El otro día bajo el hermoso cielo celeste de Valparaíso, quise escribir una novela, un relato corto de situaciones imaginables, que describa los detalles tal como Capote, o incluso mejor que él.
Hoy en esa misma ciudad, bajo un cielo más nublado, subimos un cerro y al final del trayecto entramos en "la sebastiana", una de las casas de Pablo Neruda... simplemente esplendoroso. Tuve un par de reflexiones sobre la inmortalización de una vida a través de los objetos, otra, sobre la felicidad socavada del placer más puro y limpio que pudiese existir; "hacer lo que se te de la regalada gana", a través de ello, ergo, se puede conseguir la tan anhelada felicidad o por lo menos contribuir a mejorar la calidad de vida del ser humano iluminado por este desafío.
Creo que es hora de comenzar... nunca es tarde, dicen. Y regreso a este estado de hedonismo en donde no pretendo dañar a nadie, sino, más bien, realizarme.
Y ya que hoy camino más sola que nunca, o que en mucho tiempo, los vientos me llevan según diga el destino, una vez más me entrego al cielo. Amén.
Qué tipo más felíz fue Neruda, qué envidia. Quizás no pueda lograr lo enunciado aquí, pero siempre es bueno seguir intentando, mi primera manifestación; abrazar ese árbol de fresca fragancia, besarlo y decirle te amo.